La biología del suelo evoluciona y como tal puede incidir en el rendimiento de un cultivo: se sabe que un suelo con mayor nivel de microorganismos benéficos, otorga beneficios a los cultivos que se traducen en mejoras fisiológicas, resistencia a enfermedades y en definitiva mejor estado de las plantas, factores que determinan mejores rendimientos. Potenciar el nivel de microorganismos del suelo se convierte entonces en una herramienta de manejo clave para obtener resultados superiores.
Este es el concepto que orienta la tecnología Soja 3.0 de Alterbio, una línea de productos que responden de manera inteligente a las necesidades de los cultivos. El desarrollo tecnológico está basado en las excelentes propiedades agronómicas de la bacteria Bradyrhizobium japonicum, que promueve la captación del nitrógeno libre, e incorpora la potencia de bacterias PGPR (Plant Growth Promoting Rizobacteria), Azospirillum y Pseudomonas.
Con los resultados en la mano de las últimas campañas, el Ing. Alfredo Di Siervi, Asistente Técnico Comercial de la compañía, sostiene que “el aporte en cantidad y variedad de microorganismos al suelo vía inoculación de semillas, permitió dar un salto significativo en los resultados de los ensayos, en cultivos de soja cuando fueron comparados con la inoculación de forma tradicional con Bradyrhizobium solo). Tanto en ambientes de Pergamino, 9 de Julio y San Antonio de Areco, los test con Bradyrhizobium, Azospirillum y Pseudomonas, mejoraron los rendimientos en los tratamientos realizados solo con Bradyrhizobium”.
“Los resultados tienen una explicación lógica -amplía Di Siervi-, ya que a las excelentes propiedades para fijar Nitrógeno del Bradyrhizobium, le estamos sumando el efecto Azospirillum que permite explorar más suelo y que la planta obtenga más recursos disponibles, en tanto que con Pseudomonas mejora la disponibilidad de fósforo y predispone a la planta a activar su sistema inmune. Entonces si tenemos un cultivo que está fijando nitrógeno del aire de manera eficiente, que puede acceder mejor a agua y nutrientes, y que cuenta con mayor protección ante los factores adversos del ambiente, es lógico que se logren mejores respuestas en el rendimiento”.
Esta tecnología cuenta con la posibilidad de aplicarse con tratamiento de preinoculado de 30 días previos a la siembra junto a un curasemillas que garantiza la sanidad de la semilla en la emergencia.